lunes, 23 de marzo de 2009

Variaciones de un pensamiento

Proust no es Balzac porque no intenta escribir la realidad, sino la memoria. Pero si Marcel no es Proust, ¿de qué memoria se trata? ¿Dónde está esa memoria?

Proust, la descripción que hace de la iglesia de Combray, se distingue de la prosa balzaciana, de las descripciones realistas, porque no intenta decir la realidad, sino la memoria, transcribir los recuerdos —si eso es posible. Sin embargo, si Marcel, el narrador de la Recherche, no es Marcel Proust, ¿de quién son esos recuerdos? ¿De quién es la memoria que se exhibe con cada una de las palabras de la novela?

Proust, a diferencia de un escritor realista, sabe que no escribe la realidad, sabe que escribe la memoria —y se regocija en ello. Pero no su memoria, porque los tomos de la Recherche no son, como los de Canetti, una autobiografía. Canetti transcribe, dolorosamente, su memoria. Pero no Proust, porque su novela no es una suma de recuerdos del autor, ni siquiera de falsos recuerdos, aunque tampoco de recuerdos verdaderos. Si acaso, es un único recuerdo. Pero, ¿de quién? ¿Dónde están esos recuerdos? Ahora, claro, en el libro. Pero antes, ¿dónde estuvieron?

3 comentarios:

Xavier dijo...

Juan-cho:

Haré alarde de mi relativo y seminuevo conocimiento gramático para mejorar una oración de tu texto (que como sabes respeto y admiro):

Pones:

Proust, la descripción que hace de la iglesia de Combray, se distingue de la prosa balzaciana, de las descripciones realistas, porque no intenta decir la realidad, sino la memoria, transcribir los recuerdos —si eso es posible.

Amonestaré que tienes dos nexos seguidos; tienes un porqué (causal) seguido de un nexo de negación lo que hace la oración algo rebuscada. Creo que lo mejor sería así:

La descripción hecha por Proust de la iglesia de Combray, distinta a la proza balzaciana, realista por definición, no intenta decir la realidad, sino la memoria.

Así la última oración yuxtapuesta se vuelve una oración distributiva.

(Jajaja, seguramente esto sea pura mamada mía, pero, por lo menos, me srive de ejercicio gramático; saludos)

Juan Pablo dijo...

Xavier,

Gracias por el valioso y certero comentario, aunque he de confesar que me avergüenza un poco que exhibas el anarquismo con el que pienso y escribo. ¿Cómo confiar en alguien que piensa y escribe sin hacer caso de las reglas mínimas para la comprensión mutua?

Pero bueno, tampoco me convertiré un ortodoxo del orden y el buen decir. A estas alturas sólo me queda seguir dando tumbos con la pobre gramática que me sostiene.

Anónimo dijo...

Jjaja, se te olvida que poco me han importado las "reglas mínimas de la comprensión mutua", pues, de todas formas uno entiende lo que quiere ¿no? Finalmente, es buena la anarquía gramatical.